Es Posible Continuar: La Vida Después de la Pérdida de un Hijo

Hay pérdidas que rompen el orden natural de las cosas. La muerte de un hijo es una de ellas. Como tanatólogo, he acompañado a padres y madres en este dolor que parece no tener palabras suficientes para describirlo. Y lo que he aprendido es que, aunque parezca imposible, sí se puede continuar.

Continuar no significa estar bien todo el tiempo. No significa dejar de ser madre o padre de ese hijo. Continuar significa aprender a respirar nuevamente, paso a paso, día a día, honrando tanto el dolor como el amor inmenso que sigue presente.

En la terapia con enfoque breve, trabajamos desde lo que ya está funcionando en tu vida, por mínimo que parezca. Tal vez es levantarte cada mañana. Tal vez es cuidar a otro hijo. Tal vez es permitirte un momento de paz sin culpa. Desde ahí, construimos.

He visto a padres y madres que, en medio de su dolor más profundo, encuentran formas de honrar a sus hijos: creando fundaciones, ayudando a otros, compartiendo su historia, o simplemente viviendo de una manera que su hijo estaría orgulloso de ver. No es traicionar su memoria; es honrarla.

Tu hijo o hija siempre será parte de tu identidad. La pregunta no es cómo olvidar o "superar", sino cómo integrar esta pérdida en tu vida de una forma que te permita seguir adelante llevándolo contigo. Porque el amor de un padre o madre no muere. Simplemente aprende a expresarse de nuevas maneras.

Si estás en este camino, quiero que sepas algo: tu dolor es válido, tu amor es eterno, y sí es posible encontrar momentos de luz nuevamente. No estás solo en este proceso.